El Ángel de la Historia
Cuando Walter
Benjamin representa al ángel de la Historia (Angelus Novus) quien aletea
mirando hacia atrás viendo la estela de horror y muerte; en su ensayo sobre la historia cita: «Hay un cuadro de Klee que se
llama Angelus Novus. En él se muestra a un ángel que parece a punto de alejarse
de algo que le tiene paralizado. Sus ojos miran fijamente, tiene la boca
abierta y las alas extendidas; así es como uno se imagina al Ángel de la
Historia. Su rostro está vuelto hacia el pasado. Donde nosotros percibimos una
cadena de acontecimientos, él ve una catástrofe única que amontona ruina sobre
ruina y la arroja a sus pies. Bien quisiera él detenerse, despertar a los
muertos y recomponer lo despedazado, pero desde el Paraíso sopla un huracán que
se enreda en sus alas, y que es tan fuerte que el ángel ya no puede cerrarlas.
Este huracán le empuja irreteniblemente hacia el futuro, al cual da la espalda,
mientras los escombros se elevan ante él hasta el cielo. Ese huracán es lo que
nosotros llamamos progreso»
