jueves, 30 de mayo de 2013

Una Nueva Sociedad para un Nuevo Aprendizaje


El Ángel de la Historia
Cuando Walter Benjamin representa al ángel de la Historia (Angelus Novus) quien aletea mirando  hacia atrás viendo la estela de horror y muerte; en su ensayo sobre la historia cita: «Hay un cuadro de Klee que se llama Angelus Novus. En él se muestra a un ángel que parece a punto de alejarse de algo que le tiene paralizado. Sus ojos miran fijamente, tiene la boca abierta y las alas extendidas; así es como uno se imagina al Ángel de la Historia. Su rostro está vuelto hacia el pasado. Donde nosotros percibimos una cadena de acontecimientos, él ve una catástrofe única que amontona ruina sobre ruina y la arroja a sus pies. Bien quisiera él detenerse, despertar a los muertos y recomponer lo despedazado, pero desde el Paraíso sopla un huracán que se enreda en sus alas, y que es tan fuerte que el ángel ya no puede cerrarlas. Este huracán le empuja irreteniblemente hacia el futuro, al cual da la espalda, mientras los escombros se elevan ante él hasta el cielo. Ese huracán es lo que nosotros llamamos progreso»

sábado, 18 de mayo de 2013

Soledad, Individuación y Subjetividad


Soledad, Individuación y Subjetividad



El ser humano moderno gana en dos aspectos de su autoconciencia, a saber, la individuación y el concepto de lo social. Ambos son una ganancia que va configurando las sociedades modernas que sirven de hábitat al humano moderno. Sin embargo, el gran eje o pie de apoyo de la persona moderna está dado por la razón, que se transforma en el principio básico y dinámico, no tan sólo del individuo, sino también de toda la estructura social a la cual pertenece. Este factor de cambio social produce en el ser humano, la posibilidad de aprehenderse como actor y protagonista de los cambios.
A pesar de todo ello, jamás ha emitido la persona humana un grito tan profundo como la experiencia de soledad que le recorre a él y a nuestras sociedades modernas. Sociedad que se construye en el espacio de lo urbano como lugar privilegiado del desarrollo. La raíz de la soledad posee dos vértices principales, que a mi gusto delinea en forma muy efectiva el artículo de “La Modernidad y sus Desafíos”; estos son la autocomprensión e individuación ya antes mencionadas, y la preeminencia de lo económico, en cuya raíz se encuentran el desafío egoico de la satisfacción de “necesidades” que son la base del egoísmo moderno. Ante estas dos formas de cambios que produce la modernidad en la conciencia moderna, el ser humano se encuentra solo, pues aunque el desarrollo de las utopías y formaciones de las ideologías modernas pareciera unirle, es justamente esta falsa muestra de unidad la que produce en los sujetos una despreocupación clara de las necesidad de integración efectiva de las personas ya no como entes sociales o masas, sino en cuanto individuos con rostros, preocupaciones y necesidades muy concretas.
Por otro lado, el desarrollo del mercado y su pseuda economía de satisfacción, produce en los sujetos modernos, una desconexión real de sus intereses, creando necesidad en un mercado altamente competitivo que se basa en las satisfacción de los requerimientos de los consumidores y que se alimenta de la creación de nuevos bienes de consumo, que hacen indispensable la existencia moderna. Este hecho produce en los hombres y mujeres modernos, la trastocación de los valores humanos ético-morales, en que la felicidad se consigue mediante la adquisición de los diversos medios que ofrece el mercado.
Así mismo, la época moderna nos ha dejado dos instituciones intangibles que prefiguran este hecho, estas son el Estado y el Mercado. Ambas han sido dueñas del debate y transformaciones modernas, y aunque ambas solo existen en las conciencias de los sujetos, han provocado un constante aislamiento del individuo y sus temas, en cuanto persona. Ambos estamentos son figura de la desvinculación moderna del sujeto frente a sí mismo. La autoposesión del hombre, el rol de la historia como un devenir  y un progreso; la marcada secularización de occidente, se transforman a mi modo de ver en meros accidentes y pseudos conformismos de lo que nuestra modernidad nos ha dejado en deuda. No por nada los nuevos movimientos post-modernos buscan superar esta forma, creando nuevos caminos para la autoafirmación del sujeto y la autopercepción de la interioridad de la persona.

domingo, 12 de mayo de 2013

¿Quién ocultó el Curriculum?


¿Quién ocultó el Curriculum?
Aporte esquemático sobre el texto de Shirley Grundy

 El concepto de curriculum oculto es un concepto bastante complejo y no del todo aceptado por la comunidad escolar, no falta aún quienes niegan el la existencia de este curriculum o por otro lado, quienes abogan por la ineficiencia de diagnosticar un Curriculum oculto puesto que lo que debería realizarse en develarlo constantemente Illich(1974)

Grundy en su texto asume la tarea de comprender (y aprehender) el concepto de Curriculum oculto haciendo un proceso sintético, por un lado histórico y por otro lado, sistémico de los que los diversos pensadores de la escuela han descrito sobre el concepto.

En 1968 Phillips Jackson acuña el concepto  delimitándolo como al servicio de un mecanismo de adaptación a la sociedad, mediante las exigencias en las relaciones de trabajo, es lo que se distinguirá como definiciones funcionalistas; sin embrago, la autora reconoce algunas orientaciones de la perspectiva crítica, donde el curriculum oculto permite que los jóvenes se ajusten de manera conveniente a las estructuras.

Intenta la autora recorrer los factores que integran el currículum oculto desde factores de ambiente a procesos más temporales. Por último, se genera una reflexión en torno a la efectividad del curriculum oculto, entendiendo que mientras más oculto este mismo más efectivo es en su aplicación a sus alumnos.

El esquema puesto a continuación, está hecho desde la lectura del texto de Grundy.