La verdad es que no
hay que ser muy agorero para imaginar nuestro mundo en siete años, ni menos aún
cuáles serán los desafíos a futuro para la educación.
Un mundo urgido al Cambio
El Departamento de
Asuntos Económicos y Sociales de la ONU dio a conocer El Estudio Económico y
Social Mundial, en el año 2009, Este es
unos los primeros estudios de la oficina internacional que prende las alarmas sobre
el problema del cambio climático, en especial la problemática del calentamiento
global. Dicho estudio se tituló como «Promover
el Desarrollo, Salvar el Planeta»; Desde esta fecha y aunque algunos
escépticos aún se mantienen reticentes, por fin una agencia con el respaldo de
la ONU puso en el tapete con grado de urgencia el problema medioambiental como
punto focal del desarrollo económico de los diversos países.
Desde esa fecha, los
estudios sobre la problemática medioambientalista han ido aumentando en
frecuencia y en tono, hasta llegar a este año (2013), cuando los expertos sobre
el cambio climático de la misma oficina IPCC, envían una alerta mundial por la
aceleración del calentamiento global debido a la acción humana.
No es muy difícil
entender que si la tendencia de la última década no ha sido ralentizar los
cambios, sino muy por el contrario, estos se han acelerado a ritmos desbocados,
esto no cambiará de aquí a siete años. El problema mayor es que de aquí a siete
años, los problemas medioambientales que aún se ven lejanos, estaraán a las
puertas de las grandes ciudades y se convertirán en el punto focal de los
debates públicos . Tendremos un mundo impelido por una naturaleza que demanda
nuestra atención, porque dependemos exclusivamente de ella.
Esto Naturalmente
tensionará todos los sistemas educativos, puesto que toda la sociedad se verá
impactada por el nueva tensión que nos provoca el medio, la sociedad se verá
forzada a cambiar y con ella toda educación; a su vez todo sistema de
aprendizaje viene formado desde lo más intuitivo en el curriculum que se
proyecta al ser humano; a su vez, todo curriculum
tiene diversas fuentes desde donde se nutre y se proyecta el tipo de ser humano
que queremos construir.
El ser humano en su fuente
Siempre la primera
de la fuentes, es la fuente antropológica. La educación responde al modelo de
ser humano que queremos construir, que queremos desarrollar o dicho, en forma
positiva, la educación responde al ser humano que creemos que somos.
Este mismo hecho
hace que entendamos que si nos preguntamos por el tipo de ser humano que somos,
es imposible que podamos comprender la educación como un medio y la
transformamos en un fin en sí misma, siendo esta tendencia tremendamente
peligrosa y destructiva, puesto que es una educación que se reflexiona a sí
misma y olvida a las personas en la ladera del camino.
Un planeta que tensiona la comprensión humana,
cuando a finales de la década de los ´80, James Lovelock plantea la tesis de la
gran Gaia, donde concibe al planeta como
un gran macro-organismo capaz de subsistencia. Desde esta misma tesis no es
difícil imaginar que en poco tiempo nuestra cosmovisión tendrá un giro
copernicano, al igual que el del siglo XIV, ya no por las observaciones epistemológicas,
sino muy por el contrario, seremos tensionados por la un planeta enfermo, del
cual somos absolutamente dependientes. Seremos atacados en nuestro soberbio
antropocentrismo segregador y funcional, por una mirada instalada en el medio,
en aquello que nos rodea.
Por lo mismo el ser humano se verá a sí mismo, como parte integral
de un todo y ya no como un ser alienado del medio natural, mentalidad
que nos ha llevado a un desbocado crecimiento económico con un impacto radical
sobre la naturaleza, la sociedad y el mismo individuo.
La Fuente Sociológica
De la mano de esta
nueva visión sobre el ser humano, se encuentra la mirada mucho más sistémica de
la sociedad y la cultura de la cual este mismo le pertenece. El modelo
socioproductivo impuesto por el capitalismo y su versión más moderna del
neoliberalismo económico no se sostiene en el agotamientos sin fin de los
recursos planetarios; este solo hecho nos hará expandir nuestro mundo y
entender que es necesario aunarnos en torno a los procesos conjuntos. Es así
como nos veremos conectados por un nuevo tipo de globalización, ya no desde lo
tecnológico, sino más bien desde las necesidades planetarias, la contaminación
y destrucción medioambiental no conoce las fronteras, ni las diversidad
cultural. Sabemos que la contaminación efectuada en un punto en el planeta,
afectará a todo el sistema, no importa lo lejos que esté. Esto último, nos lo
recuerdan constantemente la disminución progresiva de los casquetes polares,
disminición que es producto de la industria humana distante miles de kilómetros
de este lugar. Por lo tanto, viviremos los albores de una cultura globalizada en torno a una tarea común la
preservación de nuestro propio planeta.
Alborotando la creatividad

Fuente epistemológica
Si algo nos han
enseñado las ciencias modernas, empíricas y humanas, en estos últimos años es
que no podemos estar seguros de nada, o dicho de forma abierta; solo podemos
estar seguros de que todo es cambio constante. Por lo tanto, el conocimiento de
las fuentes de información que antes formaban parte de los curriculum como
contenidos ciertos, necesarios y en cierta medida inamovibles, hoy debemos
cuestionarlos radicalmente y si hoy nos preguntarnos, en siete años más su
validez se verá naturalmente refutada. Por lo tanto, el mundo de la
información será cada vez más rápido y específico. No habrá un conocimiento
sólido desde donde cimentar los procesos educativos. Las ciencias sea cual sea, tendrá que cambiar y tal vez, tendrá que
volver a fusionarse en vista de propósitos no solo investigativos, sino
pragmáticos, en tanto tienen la necesidad de responder al nuevo paradigma del
ser humano y su relación con el medio socio-ambiental-cultural.
Fuente Pedagógica
He dejado al final
este punto, a que a mi modo de ver, es la más incierta de todas. No tenemos
ninguna certeza de cuáles serán los modelos educativos que tendrán que abrirse
paso al futuro; podemos decir con asombro e inquietud , que los viejos modelos escolares
de la modernidad, están en profunda crisis desde todos los actores de la
comunidad educativa; no nos conforma lo estamos haciendo y en verdad, pareciera
que todos los estamos pasando mal. Nuestros alumnos están aburridos en la sala
de clases, a los profesores nos cuesta encontrar sentido al quehacer pedagógico
y sus fines a mediano y largo plazo. Las familias se ven cada vez más
fragmentadas e inciertas en su rol educativo; naturalmente con todos los
cambios radicales que debemos sufrir, la escuela y la sociedad toda, debe
replantearse su paradigma educativo, no podemos sostener un modelo solo por
tradición, necesitamos impregnar de creatividad nuestras aulas, a fin de
despertar al nuevo ser humano, que debe cuestionar y construir los modelos
sociales, productivos, culturales y de relaciones entre los mismos. En educación, debemos dejar que entren los modelos
caóticos, a fin de dejar que ellos nos lleven a nuevos procesos aprendizajes y
nuevos modelos educativos.
cuentos para dormir, BROER en: http://broertoy.blogspot.com/2012/07/cuentos-para-dormir-educacion.html
El siguiente artículo:
El Ártico se derrite, ¿Quedará hielo polar en 2020?
La capa de hielo polar se hace cada vez más fina, hasta el punto de que -según un científico noruego- en diez años el Océano Glacial Ártico podría quedar completamente desprovisto de su 'manto' helado durante la estación veraniega.
Edmond Hansen, científico del Instituto Polar Noruego, esgrime que el hielo grueso y antiguo de la ‘capa helada’ del planeta casi ha desaparecido, siendo sustituido por hielo fino formado en el último año.
Las investigaciones de Hansen pretenden demostrar que la capa de hielo grueso del Ártico se ha reducido drásticamente en veinte años, pasando de representar el 28% del hielo total en 1990 al 6% en 2010. Si en 1990 el grosor de la capa era de 3,4 metros, en 2005 ya era de tan sólo 2,2 metros. “No me sorprenderá si en 10 años el hielo en el Océano Ártico se derrite por completo”, dijo el científico, que ve "cercanas" las condiciones que deben de darse para que el hielo del Ártico se derrita durante los veranos.
Este pronóstico pone en duda las últimas predicciones, compartidas por muchos investigadores, según las cuales las capas polares del Ártico aguantarán hasta el fin del siglo XXI sin derretirse en verano. Sin embargo, hay otros expertos que creen que el deshielo empezará antes. Según los cálculos realizados por el Observatorio Geofísico Principal de Voeikov y por el Instituto Ártico y Antártico Ruso, el hielo podría desaparecer en verano para 2060.
“Los datos no son optimistas. El deshielo será muy rápido, lo que influirá negativamente en la vida de los osos blancos, las morsas, los peces y las aves” de la región, asegura el ministro de medio ambiente y desarrollo de Noruega, Erik Solheim. “Si hay menos hielo, el océano irá calentándose más y más”, recordó el ministro. RT
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